Al Cajón Los Passioneros

La semana pasada había decidido ir a pasear al Cajón, entusiasmado por las fotos que Paul ha compartido con nosotros en los relatos de su blog (elcantardelalluvia). Pensaba ir solo, pero a última hora del sábado puse un aviso en el foro de salidas de Adach, por si alguien iba por esos lados. Apareció uno: el amigo Eric se sumó al paseo, y fue una excelente compañia el día entero. Un tipo buena onda, conocedor de motos y un excelente conductor. Sus consejos me ayudaron mucho en momentos delicados, que ya detallaré más adelante.

Quedamos en juntarnos a las diez en la iglesia que está en el 14 de Vicuña, y ya quince minutos antes estaba allí:


Después llegó Eric en su Passion, y de la nada aparecieron dos peques que se entusiasmaron altiro con las motos:


¿Los sucesores?... esperemos que sí.


Originalmente quería irme por Vicuña, pero Eric prefirió Avenida La Florida, y creo fue una acertada decisión.

Entonces empezamos a rodar rumbo al Cajón, tranquilos, disfrutando el camino, el viento, el día y las motos. En promedio nos fuimos a 50 km/hr durante todo el asfalto. Considero que fue una muy buena velocidad para disfrutar bien el trayecto.

El trayecto tentativo, y que al final casi cumplimos, fue el siguiente (pongan ojo para ver los puntitos rojos hasta el final):



Ya en ruta nos llamó la atención varios paisajes que empezamos a retratar, para la posteridad y este blog (las fotos de Eric llevarán su nombre debajo de cada una... no quiero quedarme con su derecho de autoría).

Esto es la Planta "La Junta":


Algunas otras fotos del lugar:



Nos encontramos luego con el puente "El Manzano", nos detuvimos y tomamos un par de fotos:

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Después de eso seguimos rodando hasta llegar a San José de Maipo. Demasiado agradable el lugar con una muy linda plaza. Estuvimos allí un par de minutos, compramos unas bebidas y tomamos unas fotos:

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Compramos unas bebidas en un kiosco. Al señor que nos atendió le consulté si tenía mapas ruteros, algo así como los de turistel, a la venta. Me dijo que no, pero me preguntó si tenía cien pesos. Le dije que sí, y me vendió por esa cantidad la fotocopia de un mapa de la zona, bien práctico. Se lo agradecí, pues además tenía las distancias, y con eso nos orientamos mejor con mi compañero de ruta.

Un señor que estaba comprando una bebida nos preguntó que a dónde íbamos, y le dijimos que queríamos llegar a las Termas El Plomo, pero que en realidad iríamos hasta donde podamos llegar con las motos. Nos contó que el viaje nos tomaría como tres horas desde donde estábamos, y no le creímos mucho. Grande fue nuestra sorpresa cuando comprendimos que efectivamente el viaje se nos haría largo en tiempo.

Seguímos en camino, paramos a tomar fotos en alguna curva que mostraba un interesante atractivo:


Un poco más arriba nos encontramos con esto (a lo más "El día menos pensado"):

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Seguimos rodando más y más, y llegamos a San Gabriel. No nos detuvimos, pues no pareció muy interesante, hasta el control "obligado" de carabineros. Hablé con un carabinero y le conté nuestras intenciones del viaje, y nos dejó pasar sin problema alguno.

Llegamos eventualmente al final del asfalto, pero no fue tan así, pues el asfalto siguió algo más, aunque en pésimo estado, para variar un poco con lo que pasa en Santiago y sus ya tradicionales "eventos". Finalmente llegamos a la tierra, donde había un restaurante que parecía abandonado, pero estaba abierto y fue allí donde comimos unos panes.

He aquí el final del asfalto y el comienzo, a dos bandas, de la tierra:

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Empezamos a subir entonces por el camino de tierra en dirección al Embalse El Yeso. Nunca ninguno de los dos había andado por esos lados, así que íbamos a lo que saliera no más.

Fotos:

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Después nos encontramos con esta caída de agua bien simpática, y tomamos imagenes para el futuro:

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Seguimos el viaje esperando encontrarnos con el embalse en cualquier momento, y en eso, tomando más fotos:

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Seguimos rodando y por fin el embalse, hermoso:

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Quisimos llegar lo más cerca del agua que se pudiera en la moto, pero no nos tardamos mucho en darnos cuenta de que no podríamos hacer aquello:

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Decidimos entonces seguir subiéndo:

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Después, hacía el lado izquierdo según sentido de marcha, encontramos este camino, que lamentablemente no pudimos seguir por el río:

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Esta foto está muy buena:

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Y ya siguiendo el camino, el montículo extraño del que alguna vez nos habló Paul:

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Y seguíamos subiendo, rodando, queriéndo llegar lo más lejos posible. Empezaron a aparecer uno que otro riachuelito en el camino, pero vamos no más, que las Passion aperran. Así que pasando por el agua, piedras y demás por delante. En una de esas, me encontré de frente con mansa posa que no alcancé a esquivar. He aquí el resultado:

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En fin, la vida es así y el viento era tanto y tan helado, que en poco rato los pantalones ya estaban secos (no así los zapatos, pero filo, a seguir rodando).

Luego llegamos a un lugar donde había un par de autos cuatro por cuatro, y pensamos que hasta allí no más llegaríamos.

Las fotos:

Analizando la situación

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El colega Eric se lanzó no más en su Passion a cruzar por donde sea:


Seguimos más arriba aún


Durante el camino, en las primera curvas angostas al lado del río, se me fue la moto pues frené muy fuerte con el delantero, y cayó. Nada grave; de hecho muy leve. Muchas veces en el camino derrapé, pues todo el rato en tierra estaba frenando con el freno delantero. Estuve muchas veces a punto de caer, pero mis reacciones felinas dijeron otra cosa.

Después, ya de vuelta, recordaría que en tierra el freno que manda es el traero. Desde ese momento en adelante fue más fácil la conducción.

¿A qué va lo anterior?, bueno, que hubo una segunda caída: después que el amigo Eric paso unas partes difíciles de conducir lo seguí. El punto es que Eric tiene harta experiencia en la conducción, pues lleva por lo menos cuatro años andando en moto. Yo tengo un par de meses, entonces frente a situaciones particulares todavía no sé cómo reaccionar. Por ejemplo, para cruzar los riachuelos, mientras Eric lo hacía en primera, yo quería hacerlo en segunda, y más encima se me ocurría pasar de primera a segunda en la mitad del riachuelo, perdiéndo obviamente potencia la moto en el cambio, considerando además que ya íba lento. Después, con los consejos de mi compañero de ruta, fue más sencillo.

Buendo, el punto es que uno de esos momentos críticos se cruzó en mi camino. El camino estaba cubierto por una mansa posa, así que por la orilla no más. Pasó que al medio de ese trayecto, había mansa roca, bellamente mostrada en la siguiente foto:

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La siguiente foto es tremendo acierto: la moto recién cayó y yo por no caer de frentón al agua salté en una reacción primitiva, y el amigo Eric captó justo el momento:

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Y la moto en el suelo:


A parar la moto y poner en su lugar el espejo izquierdo, que afortunadamente sólo se soltó.

Y a seguir rodando...

Y ya no pudimos seguir, pues el camino estaba cortado. Así que tomamos un par de fotos, jugamos a escalar un cerro, con la consecuencia previsible de quedar por lo menos yo pal cráneo de cansado:

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El amigo Eric dejando huellas:

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Después de eso ya decidimos volver, pues ya eran pasado las seis de la tarde, queríamos llegar con luz a San Gabriel.

El camino de vuelta fue gracias a Dios sin ningún inconveniente, en promedio lo hicmos entre los 30 y 40 km/hr en tierra (la ida en tierra la hicmos en promedio a 20 km/hr) y 50 y 60 km/hr en asfalto, lo que agradeció el motor y sobre todo nuestros bolsillos, pues, y aunque no lo crean, cuando nos fuimos al Cajón íbamos con el estanque lleno, y cuando volvimos a San Gabriel, el estanque estaba como se ve en la siguiente foto:

(Eric)

Para terminar, sólo decir que el paseo estuvo excelente. Es cierto que la Passion no es la mejor moto para hacer ese tipo de paseos, y que lo ideal es una enduro, pero debo decir que no había disfrutado tanto la Passion como en este viaje. Se pasó la moto, me inclino ante ella.

Supongo que ahora tengo más experiencia que antes para conducir en tierra, y eso me deja contento. No soy más ni menos motoquero que antes, sólo estoy más contento y disfruto harto mi motito.

Gracias a Eric por la compañia y las fotos.

Y eso, nos vemos en un próximo relato.

Les dejo la foto que considero más linda:



PD: este bonus track es para mi pololita hermosa, a quien amo mucho...