Laguna Verde (Valparaíso y Viña del Mar)

El miércoles de la semana pasada mi gran amigo Cristían me llamó para invitarme a la cabaña de su papá en Laguna Verde. No lo pensé dos veces y le dije que allí estaría.

Cristían se iba el viernes a Laguna Verde, y yo tendría que irme el sábado, pues tenía que ver cómo andaba la moto pues ya tenía que hacerle la mantención. En eso me ayudó Iván, un amigo que sabe harto de motos y me ayuda con la Passion. Decidimos hacer la mantención el viernes por la noche: cambio de aceite, cambio de pastillas de frenos, reapriete general de pernos, echamos una mirada a las conexiones eléctricas y cambiamos la barra de protección que tenía doblada. La regulación de válvulas la dejamos para la próxima mantención, pues eso lo vimos hace un mes.

Todo listo y dispuesto entonces para partir el sábado tempranito.

Así que ya temprano el sábado estuve listo para irme a la quinta región:


Antes de emprender rumbo definitivo hice algunas cosas varias: primero pasé a la vega a comprar limones y orégano que me encargo Cristían, después en la ruta 68 pasé a la Copec a llenar el estanque y echarle aire a los neumáticos. Finalemente pasé a la farmacia Ahumada que está en la Esso a comprar algunas cosas, y a eso de las once de la mañana ya estaba en ruta a Laguna Verde.

Ya en el camino, en cada peaje descansé un rato porque la moto no se calentara mucho:



Desde Santiago salí con una polera y la chaqueta de varano que compré hace poco. Hacía tanto calor ya a esa hora, que me la puse sin el forro interior. La cosa es que en las cercanías del Santuario Lo Vasquez ya no aguanté el frío, así que paré al costado del camino y le puse el forro a la chaqueta, y tomé una foto:


Seguí en ruta y mientras más cerca estaba de la costa, más frío sentía y más nublado estaba el cielo. Con respecto a lo anterior debo comentar que la chaqueta de verano que compré no es para viajes en carretera, aunque tenga el forro interior. De echo, fue un error ir con ella, considerando además que en mi paseo a San Antonio igual pasé frío y eso que fui con la chaqueta X-Vince que tengo, que es bien gruesota; o sea, moraleja: en carretera siempre usar la X-Vince, con el forro interior.

Volviendo al relato, esa fue la última parada larga hasta el destino. Nunca había estado en Laguna verde, no tenía idea cómo llegar y de hecho nunca había ido solo en moto a Valparaíso o Viña. Las veces que había ido fue en bus o en caravana con otras motos. Pero me llamó positivamente la atención lo fácil que es llegar a Laguna Verde; pensé que me iba a costar más.

Ya tomando las últimas curvas para entrar a Laguna verde (un camino realmente exquisito, con unas curvas espectaculares; recomiendo que vayan por esos lados alguna vez), me encontré con estos paisajes:





Ya en Laguna Verde esperé un momento hasta que mi amigo me fuera a encontrar para irnos a la cabaña, y decidí dar unas vueltas. Le pregunté a una señora que por dónde podía llegar a la playa, y amablemente me dijo "váyase hasta el fondo, y a la izquierda". Eso hice, y llegue a este lugar:


Claramente la cosa no era por ahí, pues no había pasada. Esa era la desembocadura de un río pequeño. Tuve que devolverme.
En eso encuentro a mi amigo, su polola y una amiga, y nos fuimos a la playa un rato.

Acá un par de fotos: el bolido de Cristían junto a la Passioncita, yo en la playa posando a lo campeón, y una central eléctrica:




Luego fuimos a la cabaña a dejar mis cosas y la moto, pues salimos en auto a todas partes.

Fuimos a almorzar a Valparaíso, a un restaurant que no recomendaré porque se demoraron una hora desde que pedimos los platos hasta estos ser servidos.

Entramos a Valparaíso por Playa Ancha, y paramos en un mirador a tomar algunas fotos:



Después de almorzar fuimos a caminar por el Cerro Alegre.

Subimos por el ascensor "El Peral":


El grupo en pleno:





Después fotos por aquí, fotos por allá:






Después de eso, a la cabaña a descansar.

A la mañana siguiente, y antes de salir, fui a recorrer el sector. Encontré una quebrada cerca de la cabaña, y tomé dos fotos, una a cada lado de la quebrada:




Luego, fuimos a viña, a pasear y a la playa. De todas las fotos, la única destacada:


El lunes ya teníamos que volver, así que preparando la Passioncita y el bolido:


Mis amigos tenían que venirse directo a Santiago, por razones laborales. Yo como estoy de vacaciones, decidí ir de nuevo a Valparaíso y Viña del Mar, pues había quedado picado por no recorrer en moto esas ciudades. Así que decidí ir a sacarme el gustito.

Antes, nos encontramos en el mirador que está en el camino a Laguna Verde, tomamos las últimas fotos y nos despedimos:


Después me fui raudo a Valparaíso, entre por Playa Ancha, pasé al mismo mirador que les comenté, e inmortalicé a la Passioncita:


Después fui a recorrer el centro. Pasé por los mismos lugares que recorrimos con mis amigos en auto, pero en moto es otra cosa.

Fui a la Plaza 21 de Mayo y al puerto:





Después de dar un par de vueltas por la ciudad, decidí que ya era tiempo de ir a Viña, pero antes pasé por el Muelle Barón:




Ya en Viña las fotos típicas:




Después de eso ya decidí volver a Santiago.

Como anécdota les cuento que pasé a un restaurante cerca de los desvíos a Curacaví a comer algo y descansar un poco, pues la espalda la traía muy adolorida.
Cuando ya me iba, se cortó la luz en el local. Salió una señora ya de edad de la cocina y se suponía que ella tenía que hacer funcionar el generador, con una cuerda y harta fuerza. El chico que se encargaba de eso en esos momentos no estaba.

Entonces seguí a la señora y le dije que yo lo haría. Y que bueno que lo hice, pues me costó como seis intentos, un par de maldiciones y harta energía hacer funcionar esa lesera. La señora no sé cómo esperaba darle vida a ese motor.

Después me regalaron dulcecitos para agradecerme la buena voluntad... muy amable la señora.

Y eso. Nos vemos en la ruta...