Tuesday, January 23, 2007

Pichilemu Uno: fotos de ida, y... ¿dónde me quedo?.

Finalizando la semana hábil, en el foro motoquero de la Adach se propuso un paseo, al cual estaban invitadas todas las cilindradas.

El destino era Melipilla, por la cuesta Barriga, y comer empanadas en una picada de Jano.

La ruta era la siguiente:





Yo tenía pensado el fin de semana irme a Pichilemu, así que aprovecharía el paseo de la Adach para irme acompañado gran parte del camino.

La hora del encuentro era a las 10:00 horas, el sábado, en una estación de servicio en la carretera.

Eran las 10:15 horas y todavía no me duchaba. Había estado luchando mucho rato en la instalación de unas alforjas que compré el día anterior, junto con un bolso para el estanque (en las fotos próximas se verá a la Passion lista para viajar :-P).

Llamé a Jano para decirle que estaba atrasado y que llegaría cerca de las 11:00 horas, y me dijo que me apurara, que pensaban salir a esa hora. Un rato después miro el celular y tenía un mensaje de Jano, donde me dice que se fueron a la Posta Central, pues a un amigo que iba a participar en el paseo lo acababan de chocar.

Así que partí a la Posta Central, y allá nos juntamos todos.

Acá una foto en la cafetería. Rigeki es el joven con chaqueta negra con una inscripción en la manga. Al lado su polola. Ambos estaban bien pensando en que un auto los choco en la moto. Tenían eso sí fuertes dolores en la espalda y piernas, respectivamente:

Acá fotos del grupo:


Jano y su polola:


Paul en faenas azotadoras arreglando el velocímetro de su XR-250 renovada:


Gustavo y su toro:


Después que Rigeki y su polola se fueron al departamento, decidimos irnos a comer las tan promocionadas empanadas de Jano, y seguir hasta Melipilla, donde me separaría del grupo y enfilaría a Pichilemu.

Las empanadas se hacen en un horno de barro


y, considerando que las de pino no son de mi total agrado, hay que decir que estaban bastante ricas. Después, de postre, un trozo de sandía... y soñar un rato:


Lo siguiente fue ir a rodar a la cuesta Barriga, pues al parecer habían curvas ricas que disfrutar. Y de hecho así fue.

Acá algunas fotos que tomé mientras estábamos en la cuesta:



Una vez abajo, paramos un rato a esperar a los rezagados, en particular a Paul que se escapó a un cerro a probar las bondades ya conocidas de su XR-250.

Acá algunas fotos de la espera. Primero yo contemplando el paisaje, segundo Jano pisteando a lo shumajer, y tercero un par de fotos esperando:






Mientras esperábamos al amigo Paul, al amigo Jano se le ocurrió la brillante idea de probar si el mapa de Turistel que llevaba conmigo cabía en el bolso de estanque; y sí, cabía, y este fue el agradable resultado:



Después nos fuimos camino a Melipilla, y antes de llegar al lugar mismo, me separé del grupo en el desvío a Pomaire.

Me fui raudo a Melipilla buscando una bomba de bencina, pues ya me quedaba poquito. Llené el estanque y pasé por la plaza; tomé algunas fotos:




Tomé entonces el camino que me llevaría a Pichilemu, pasando por el Cruce Las Arañas y Litueche; de ahí 31 kilómetros al sur y 34 al oeste, para llegar a Pichilemu.

Algunas fotos que tomé en el tramo antes de llegar a Litueche:




Más adelante me encontré con la Central Rapel:



Después de eso el camino se pone muy lindo, con muchos árboles a los costados, y hartos pinos.

Me llamó la atención este sector. Al parecer los bomberos o guarda parques actuaron a tiempo:


En el mismo lugar de la foto anterior, esta otra de puro jugoso:


Esta foto me gusta mucho, por los colores:


Todo ese sector fue muy agradable de recorrer, pues andaba muy poco vehículo. A veces uno que otro camión, pero en general el camino demasiado despejado; así de despejado:


Esta foto que viene fue la última que tomé antes de llegar a Pichilemu. Ya se estaba haciendo tarde y me faltaban sus buenos kilómetros todavía, así que a guardar la cámara y a rodar:

Llegué finalmente a Pichilemu a las 21:30 horas, ya con nada de luz, y más encima sin un lugar donde quedarme. Así que a buscar hospedaje en alguna parte. El punto es que era día sábado, ya tarde, en plenas vacaciones de verano, así que como era de suponer (y yo no supuse) estaba todo copado. Más encima no conocía el balneario, así que buscando donde quedarme habré pasado por las mismas esquinas un montón de veces.

Preguntaba y preguntaba, y todo estaba copado; y seguía preguntando, y seguía todo estando copado. Ya me estaba empezando a hacer la idea de quedarme en la playa, o en la comisaria, o conversando con los bomberos de la Copec.

Eran las 00:30 horas del día domingo, y metiéndome por pasajes polvorientos en busca de algo, dí con unas cabañas bien mononas. Lo que más pensé fue que para qué iba a preguntar, si me dirían que estaba copado. Pero igual pregunté, y sí, estaba todo copado.

La señora que me atendió me dijo que ellos tenían otro sector de cabañas, pero en Cáhuil, a casi 13 kilómetros al sur de Pichilemu.

Acá una foto de la cabaña:


La cabaña demasiado agradable, muy rica para estar allí un par de días. Lo malo fue tener tanto espacio disponible.

Ya instalado en la cabaña, a las 01:15 horas, decidí dormir, pues tenía pensado levantarme temprano para salir a recorrer la zona.

Y eso se viene en el siguiente post, cuyo nombre reza: Pichilemu Dos: un poco de la zona.

Nos vemos en la ruta amigos.



1 Comments:

Blogger Eric said...

Celso, sin duda alguna es magnifico tu paseo, me recuerda cuando fui algun dia por alli.
aprovecha tu moto al maximo, es de las pocas motos que con poca plata llegas tan lejos..







saludos

12:15 PM  

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