Monday, March 05, 2007

La Ruta de Casi, relato uno.


Ya ha pasado un mes desde que inicié el viaje que empiezo a relatar. Un mes entero y todavía tengo frescas las emociones de iniciar tremendo paseo. La idea de llegar hasta Quellón se veía muy lejos todavía, y con once meses andando en moto, nunca tan lejos solo, y con los mínimos conocimientos de mecánica y cosas de esas, agarré la moto, la equipé lo mejor que pude, me equipé yo lo mejor que consideré, y partí "mirando el sur, buscando el verano":


El tramo Santiago - Nacimiento lo hice de la siguiente manera (la edición del mapa no es de las mejores, pero bueno, se entiende la ruta, espero):


Salí de mi casa a las 11:20 horas de la mañana, con toda la alegría del mundo, y todas las dudas también que un viaje así produce a gente novata en las motos como yo. Si bien fueron muchas las dudas, sobre todo en los primeros kilómetros, donde incluso pensé en devolverme, filo, pensé que estas serían las vacaciones de mi vida, así que con harta fe y muchas ganas miré al frente, la carretera, y apliqué el acelerador, sin ganas de volver a casa hasta después de un mes.

Después de parar un rato a descansar en la Copec de Requinoa, llegué al límite de la séptima región (a las 14:07), y como eso era lo más lejos de casa que estaba hasta el momento, lo inmortalicé:


40 minutos más tarde estaba en Curico. Fui a la Plaza de Armas de la ciudad, y tomé algunas fotos. Se puede ver el Quiosco Cívico, que es un monumento nacional:



Descansé un rato en el lugar, y estando allí se acercó un chico y me preguntó si yo era el que iba hasta Chiloé. El nombre del chico es Claudio, y es del club RajaChucha de Talca. Hablamos un rato agradable, luego él se fue a sus reuniones de trabajo, y yo seguí rodando, buscando llegar a Talca:


Llegué a Talca cerca de las 17:00 horas, busqué hospedaje (pues Talca era mi primera parada programada), y después de estar instalado fui a recorrer un poco.

Subí hasta el mirador La Virgen, y tomé un par de fotos:



Luego seguí rodando un poco a la costa, y llegué a Pencahue:


Allí comí algo y volví al hospedaje, a descansar, pasando antes por la plaza y el centro a mirar:



Ya en la pieza, ordene algunas cosas y a dormir, para reponer energías para el segundo día de viaje.

Al siguiente día me fui de Talca a Constitución.



Ya en Constitución, la Plaza de Armas, el río Maule, la Piedra Iglesia (o algo así), y la hermosa y gigante Piedra Elefante:






Caleta Pellines, ya rumbo al sur por la costa:


Llegué a Chanco, un pueblito bien monono:


Estas fotos que me encantan demasiado por los colores, son camino a Tomé, desde Cauquenes:



Mi intención ese día era llegar a Concepción, pero cuando estuve en Tomé ya eran las 20:00 horas, así que decidí quedarme allí a pasar la noche, pues consideré que sería más complicado encontrar hospedaje en Concepción pues allí estaría ya de noche. Así que fui a la oficina de información turística y pude quedarme en una hostal económica y buena.

La Plaza y la playa, en Tomé:



Descansé bien esa noche, y a la mañana siguiente ya estaba en camino a Concepción:


Decidí primero pasar a Talcahuano.

Acá la Tortuga (bien linda), donde hacen a veces las galas (bien feas) de ese programa Rojo, fome y contrafome:


Llegué a la Plaza de Armas, y para mi sorpresa, ésta era bien chiquitita; aunque, como muchas plazas del sur, muy linda:



Averigué cómo llegar al Huascar, y partí hacia allá:


Llegué a las 13:15 horas, y las puertas para pasar al recinto de la armada, y poder subir al barco, las abren a las 14:00 horas, así que me fui a dar una vuelta a una caleta que estaba cerca:


Dieron las 14:00 horas, y me fui al barco:


Resultó ser un barco bien lindo, y bien chico también, pensando en la imagen que tenía de esa mole desde mi niñez. Resultó muy agradable estar allí y recorrer los rincones de un barco tan importante en la historia de dos países:



Como tuve que esperar para poder ver el Huascar, el día se me acortó bastante, y tuve que rodar rápido después para alcanzar a hacer lo que tenía contemplado hacer ese día: llegar a Nacimiento.

Entonces me fui a Concepción. Allí pasé a Moto Faxtory, pues sentía el freno trasero muy largo. El mecánico que me atendió me explicó que el freno se alarga por el peso que tenía la moto, y me enseño a regularlo, y no me cobró nada. Bien simpático el tipo.

Después de eso me fui raudo a la Universidad de Concepción, la que me maravilló apenas la vi. Muy linda, demasiado linda:




Estando allí, llamé a Cesar (Reiserfox), para contarle que ya estaba en Concepción y ver la opción de juntarnos. Me contó que estaba en el mall con su mamá, así que me dijo que me fuera para allá, y eso hice.

Llegando al mall, hablé con el amigo Cesar, y me pidió que lo esperará un rato, pues tenía unas cosas que comprar con su mamá. Después nos iríamos a su casa.

En eso estaba, esperando al amigo Reiserfox, cuando llega una Passion, y el conductor me saluda con un gesto, se baja de la moto y me pregunta si yo voy para Chiloé. El chico es Pablo, y resulta que con él chatié un par de veces antes de iniciar el viaje. Y así de chico es el mundo, me lo encuentro allí. Fue muy agradable. Conversamos un rato, y este es Pablo:


Cesar llegó cuando estábamos hablando con Pablo, y como Pablo tenía que seguir trabajando, nos despedimos y yo seguí a Cesar hasta su casa.

Muy linda la casa de Cesar, y él y su mamá son unas personas demasiado agradables. Me dio mucho gusto compartir con ellos un rato, y les agradezco mucho la hospitalidad que tuvieron conmigo.

Este es Cesar:


Pasadas las 19:30 horas me fui de la casa de Cesar, queriendo llegar a Nacimiento temprano, viajando por la Ruta de la Madera. Resultó ser aquella ruta muy hermosa:




Ya se estaba haciendo tarde, y fue la primera vez en lo que iba de viaje que tendría que viajar de noche. Y me encantó. Además, la ruta está en excelentes condiciones, y tiene una muy buena señaletica de tránsito, anunciando curvas, velocidades máximas y mínimas (permitidas y sugeridas, sobre todo antes de las curvas). El recorrido resultó ser muy agradable. Andaban pocos vehículos, y los que me encontraban fueron muy respetuosos al adelantarme.

Llegué pasada las 22:00 horas a Nacimiento, después de pasar por un peaje donde me cobraron la no despreciable suma de $1.500.

En Nacimiento me encontré en una bencinera con un amigo de los Ovejas Negras, quien me ayudó a encontrar hospedaje en la casa de otro miembro del club.

Y así se acabaría el tercer día de mi viaje, hasta ese momento sin ninguna novedad y disfrutando de todo lo que me estaba pasando... no imaginando todavía lo mucho que me quedaba por disfrutar.

3 Comments:

Blogger durandal said...

Efectivamente, qué chico es el mundo!

d.

8:21 AM  
Blogger Adrian Spyn said...

la laguna de Los Angeles se llama Laguna Esmeralda"

11:22 AM  
Blogger leo said...

yo ambien e estado por esos lares

8:02 AM  

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