La Ruta de Casi, relato seis

Iba a ser el primer encuentro en el que participaría, y con eso en mente y la idea de estar muy lejos de mi casa, de Santiago, partí esa mañana del 17 de febrero a Maullín, con todas las ganas de pasar un buen fin de semana con otros motokos, motokos de muchas partes, todos esperaba muy buena onda.

Maullín está a 75 kilómetros al sur oeste de Puerto Montt, tiene una población aproximada de 16.000 habitantes, que se reparte 55% rural y 45% urbano. Las principales actividades en la ciudad son la pesca artesanal, la pequeña agricultura y el comercio.

De Puerto Montt a Maullín me demoré como una hora. Cuando llegué no vi ninguna moto a la entrada de la ciudad:




Llegué a la Plaza de Armas de la ciudad y vi una actividad. Pensé que podría ser algo organizado por el grupo Los Renegados de Puerto Montt, quienes organizaron el encuentro. Pero no, era una maratón o algo así lo que se estaba corriendo.

Me paré un rato en la plaza:


y de la nada apareció una moto, una Euromot HJ-110, si mal no recuerdo.

Hablé con el señor que manejaba la moto, que resultó ser de Maullin, el único motoko de Maullín. Me comentó que en la Copec había otro motoko, así que fuimos para allá. Allí conocí a Veterano 1 (así postea en el foro de motonet, la verdad no recuerdo su nombre) con quien hablamos harto rato antes de ir al local de inscripciones para el encuentro. El amigo Veterano me comentó que seguía mi ruta a través de los posteos de mi viaje en la página de motos, así que fue para mi una grata sorpresa eso.

Fuimos entonces con el amigo Veterano y el amigo pescador-motokero a almorzar (donde conocí a Crescente, de Puerto Varas, con quien me juntaría días después a rodar)y después al local de inscripción, donde ya habían más motos. Conocimos a varios, todos muy buena onda. Decidimos dar una vuelta por un muelle cercano, para tomar fotos:


Quiero mencionar de manera especial a mis amigazos papasotes del flow motokeros Jimi y Fredy. Con ellos me junté harto en Puerto Montt a mi regreso de Chiloé, y la verdad es que lo pasé muy bien con los papurris más papurris del mundo... gracias amigos, y nos veremos pronto.

Acá están los amigos Jimi y Fredy jugando en motos grandes (las fotos son cortesía de Jimi):



Acá estamos los tres:


Y acá estoy yo, jugando a ser grande:


Después de las inscripciones nos juntamos todos en la plaza para ver algunas competencias. La gente estaba fascinada con las motos, tomando fotos, disfrutando:




La motoka de Maullín:


Después de las competencias fuimos a Carelmapu, pueblo de pescadores con una población estimada en 2.900 habitantes.

Camino a Carelmapu, ¿presente y futuro?... esperemos que sí:


Estuvimos en la Iglesia de La Candelaria, que es monumento nacional, y fue creada en 1860:


Algunos decidimos ir a Playa Brava, tres kilómetros a la costa desde Carelmapu. Un lugar hermoso, una playa gigante, muy linda:



Y claro, yo y mi Passion, queriendo siempre llegar a todos lados, y quise llegar a la orilla de la playa, que se veía realmente preciosa.

Apenas estuve encima de la arena tuve problemas para maniobrar la moto, por razones obvias, tanto que en un momento la cola se meneó muy fuerte y no me pude el peso de la moto, y caí, a 0 km por hora.

Esta foto es después de la caída y de la pronta ayuda de Jimi (foto de Crescente):


Después de eso, nada, sólo hay que mirar (foto de Crescente):


y disfrutar:


Luego nos devolvimos a Maullín para ir al camping donde pasaríamos la noche. Antes, a comer un buen curanto, que en realidad no me gustó mucho (de puro mañoso que soy).

En la noche fuimos a un pub y una disco de Maullín a relajarnos un rato. Acá compartiendo con algunos motokos y el motoko-pescador (fotos de Jimi):



Al final, decidimos varios volver a Puerto Montt esa misma noche, y la vuelta la hicimos a las 04:00 horas de la mañana.

Llegué cansado a la casa, muy cansado, pero también muy contento de haber conocido tanta gente muy simpática, con la que después tendría el gusto de seguir compartiendo.