Wednesday, March 07, 2007

La Ruta de Casi, relato tres


La ruta seguida sería:


Era el día 5 del viaje, y estaba en Icalma, aproximadamente a 3 kilómetros del paso fronterizo del mismo nombre. Como era poco, decidí ir a echar un vistazo, de puro curioso, pues no pretendía pasar a Argentina en ese lugar (después resultaría que no pasaría).

El camino en el lado chileno hasta el punto exacto donde termina Chile y empieza Argentina es como el forro de malo. Apenas estás en lado argentino, el camino es de asfalto, muy bueno:


Anduve en lado argentino unos cinco kilómetros, hasta llegar a la aduana. Allí media vuelta y volver, pues no andaba con los papeles requeridos para pasar a Argentina.

Aproveché de tomar fotos:


Como era el día 5 del viaje, el cansancio empezaba a notarse:


Estando en Chile, tuve que enfrentarme al mal camino que tenía por delante: 53 kilómetros hasta Melipeuco en un estado pésimo para una moto como la mía. Pero bueno, tenía que seguir rodando, así que a paso lento, a paso seguro.

Me demoré mucho rato en recorrer ese maldito camino, pero como pasó anteriormente, los paisajes que vi pagaron cualquier mal rato:




En el colegio siempre me dijeron que las araucarias eran hermosas, pero se quedaron chicos en las representaciones verbales. Son, sencillamente, preciosas. Esta foto en particular me gusta mucho:


Y bosques de araucarias, por doquier:



Y el camino de tierra parecía interminable, y estaba aburrido y enojado, pensando en lo mucho que debe estar sufriendo mi fiel corcel.

Tomaría una que otra foto, y por fin llegaría al asfalto, demonios:


En Melipeuco paré un rato a descansar y a tomar una bebida, para seguir hasta Cunco, donde paré a almorzar:


Mi siguiente destino parcial era Villarrica. Desde Cunco hay varios caminos directos, pero todos de tierra, y como ya había tenido demasiada tierra en poco tiempo, decidí dar la vuelta larga por la ruta 5.

De Cunco me fui a la ruta 5 hasta la altura de Padre las Casas. El camino hubiese sido bien monótono si no fuera por las innumerables subidas y bajadas que tiene, que lo hacen hasta cierto punto divertido. Ya en la ruta 5, tomé al sur y salí a la altura de Freire, para dirigirme a Villarrica. Esta fue la parte del viaje donde me encontré con más vehículos, por razones obvias.

Estuve en Villarrica un rato, tomando algunas fotos del lago y el volcán, descansado y tomando bebidas:



Ir de Villarrica a Pucón un día sábado en la tarde, en pleno verano, puede ser tan o más estresante que andar en Providencia en las horas de más congestión. Además, había un choque, así que el taco era inmenso. Con la moto pude sortear algunos cientos metros del taco, y eso me hizo sonreir, pues miraba a cada rato gente top en autos top disfrutando del verano metidos en tremendo taco.

Llegué a Pucón tarde, tipo 21:00 horas, y lo primero que hice fue llamar a un amigo de la universidad que vive allí y siempre me ha invitado a pasar unos días en su casa. Bueno, pasa que ahora que andaba de viaje y necesitaba donde quedarme, lo busqué. Resultó que el pajarraco iba camino a Villarrica a un carrete, así que sería para la vuelta de mi viaje, si es que decidía pasar por Pucón.

Tomé una escueta foto:


y decidí pasar la noche en Curarrehue, pues no pensaba repetir la odisea de buscar alojamiento en una ciudad tan copada en verano como me sucedió en Pichilemu.

Llegué a Curarrehue cerca de las 22:00 horas, y consultando llegué a la hostería La Mamita, que al parecer es la mejor que hay por esos lados. El lugar es muy bonito, una casona inmensa con un patio gigante, donde también hay cabañas. La señora que me atendió (la dueña del lugar) resultó ser muy agradable, y estuvimos conversando harto rato. Me mostró mi habitación, la que resultó ser bastante cómoda.

A dormir entonces. Me esperaban todavía largas jornadas y necesitaba descansar lo que mejor pudiera en las noches.

A la mañana siguiente, retorné a Villarrica, para desde allí ir a LicanRay. Esta foto es del camino entre Curarrehue y Pucón:


Como el día anterior llegué tarde a Pucón y no vi mucho, pasé a tomar un par de fotitos (todo top Pucón):




Luego me fui a LicanRay:


Es bien lindo LicanRay, con dos playas y una península hermosas.


La Península es un bosque con hermosos senderos, mucha vegetación y vistas al balneario. Es un lugar demasiado agradable, pues el único ruido que existe es el ruido de la naturaleza:




Vista del lago Calafquen:


Más bosque:


Salí de LicanRay cerca de las 14:00 horas, dirigiéndome a Panguipulli. Iba raudo feliz de la vida por el camino, cuando derrepente me encuentro con esto:


Tuve que esperar un rato a que pasara todo el ganado, para seguir la ruta. Fue divertido ver como los animales seguían la misma línea, todos camino al corral al otro lado del camino.

Llegué a Panguipulli cerca de las 15:00 horas, y lo primero que hice fue irme a un ciber a postear en el foro de la Adach por primera vez desde que estaba viajando. Allí subí un par de fotos, y después de eso me fui a descansar un rato a la orilla del lago Panguipulli.

Llegando a la orilla del lago, por la calle que creo es la principal de Panguipulli, hay algo parecido a una plaza, donde hay un muelle, y unas esculturas talladas en madera bien bonitas:



Estuve largo rato en ese lugar, pues lo encontré muy tranquilo, comparado con LicanRay, donde hubo mucho movimiento de autos y gente todo el rato que estuve allí.

Después de eso me fui al sur buscando salir a la ruta 5 otra vez, para desde allí llegar a Osorno, que era donde pretendía pasar la noche.

Cuando iba a la altura de Dollinco se puso a llover. La lluvia era suave, así que pensé que pasaría luego. Entonces empezaron a sonar rayos en el cielo, y fue allí que pensé que se largaría no más la lluvia fuerte. Y así fue...

Apenas llegué a un rustico paradero de madera, quise ponerme el traje de agua que amablemente me prestó Gustavo, pero la chaqueta de éste no entraba con la chaqueta de cordura puesta, así que decidí sólo ponerme los pantalones del traje de agua, y rodar, corriendo el riesgo cierto de que la x-vince quedara muy mojada y no la pudiera secar pronto (como me advirtió Ben).

Anduve harto rato con lluvia, disfrutando. Me gusta andar con lluvia, no sé por qué.

Lamentablemente no alcancé a juntar 8 horas seguidas de lluvia, así que me falta todavía para ser un biker de tomo y lomo.

Llegué a la ruta 5 y directo al sur. Pasaban y pasaban los kilómetros, y en algún momento llegué a este punto:


Estando allí pensé "no puedo creer que esté tan cerca de Puerto Montt... ¿y si llego a la casa de mi papá hoy?"... entonces decidí llegar hasta Puerto Montt ese día, y dormir por fin en una cama cómoda, y ducharme por más de media hora si quería.

Llegué a Puerto Montt cerca de las 22:00 horas, sorprendiendo a todos pues me esperaban para el día siguiente.

Estaba muy contento de haber llegado a la casa de mi papá sin ninguna novedad, todo sobre ruedas, después de 6 días de viaje.

Y todavía no sabía lo mucho que me quedaba por disfrutar en mi ruta, La Ruta de Casi.

2 Comments:

Blogger durandal said...

Pucón efectivamente es un infierno en el verano.

d.

6:54 AM  
Blogger Alejandro said...

Yo quiero ir contigo a tu proximo viaje en tu Passion

7:47 AM  

Post a Comment

<< Home